Cuenta Plutarco que en la previa a la batalla de Cannas, Aníbal Barca sale a reunirse con sus hombres para darles valor. En las filas cartaginesas había una mezcla de nerviosismo y consternación, en especial entre un joven oficial llamado Giscón.

Cuenta Plutarco que en la previa a la batalla de Cannas, Aníbal Barca sale a reunirse con sus hombres para darles valor. En las filas cartaginesas había una mezcla de nerviosismo y consternación, en especial entre un joven oficial llamado Giscón.
Los honderos baleares aprendían a usar la honda desde la más tierna infancia. A lo largo de estos fragmentos adaptados y traducidos a partir del excelente relato corto «Aníbal i s’ibositá», del ibicenco Lluis Ferrer, conoceremos a una de las unidades más importantes y aterradoras de la Antigüedad, que como mercenarios, servirían a Cartago, y más tarde, terminada la II Guerra Púnica, también a Roma.
Microrrelato.